El teólogo brasileño recuerda sus encuentros con el educador y reivindica la actualidad del concepto de liberación.
ábado 18 de Septiembre de 2021
Paulo y Leonardo. Uno, maestro; el otro, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. Uno formador de maestros, el otro, teólogo y ecologista. Pero ambos educadores brasileños que comparten la opción preferencial por los pobres para su liberación. “Ser libre no para imitar al opresor sino para ser protagonista de otro tipo de sociedad en la cual no haya relaciones de opresión sino de colaboración y amorización”, dice Leonardo Boff.
Los padecimiento de la Madre Tierra, la pobreza y la desigualdad son algunos de los temas que ocupan su agenda actualmente, donde se lo ve muy activo a través de charlas y conferencias desde su casa en Jardim Araras, en las afueras de Petrópolis. “La ecología integral y la teología de la liberación tienen algo en común: ambas parten de un grito”, escribió en Reflexiones de un viejo teólogo y pensador (Editorial Trotta), uno de sus últimos libros. Boff es además doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
A cien años del nacimiento de Freire, Leonardo Boff dialogó con La Capital y regaló anécdotas de su vínculo con el educador, destacó el legado de sus principales libros y la vigencia de algunas de las frases más recordadas del pedagogo. Entre ellas, que “educar es un acto de amor”.