14 sep, CI.- Hace más de cuatro meses inició un importante periodo de movilización en Colombia. El Paro Nacional 2021 reveló una gran cantidad de actores y repertorios de protesta que se han mantenido en el tiempo y han trascendido a escenarios de discusión y construcción política desde los pueblos. ¿Cómo leer este contexto de cara a los meses que vienen?
Colombia Informa conversó con con Jimmy Moreno, vocero del Congreso de los Pueblos y quien ha participado activamente de la planeación de los espacios de la Asamblea Nacional Popular, para ahondar en este balance de las jornadas de protesta.
Colombia Informa: Hay algunas personas que consideran que el Paro Nacional ya finalizó ¿Considera que es cierto? ¿Por qué?
Jimmy Moreno: El Paro Nacional es un proceso que tiene como antecedentes más cercanos el estallido del 2019, las acciones de movilización del 2020, así como el impacto de la pandemia que agravó la crisis social, política, económica, y el escalamiento de la guerra en los territorios.
Luego de cinco meses de acciones y movilización, vemos cómo el movimiento entra en un repliegue producto de varios factores:
La extrema violencia producto del Terrorismo de Estado que criminaliza el movimiento a través del asesinato, la desaparición, las amenazas, la judicialización masiva, entre otras formas. Esto sitúa como prioridad la estrategia de autocuidado y autoprotección de la vida, los territorios y los puntos de resistencia.
Un trabajo de fortalecimiento organizativo en el territorio para fortalecer procesos como las primeras líneas, los puntos de resistencia, las asambleas populares, las dinámicas de comités de paro entre otras.
El cambio de acciones y tácticas en el movimiento que van desde las luchas de la dignidad y la resistencia, las acciones institucionales y la interlocución. Estos son temas que tensionan el movimiento y dispersan las acciones, por eso hoy la reflexión es cómo retomar rutas de articulación de las luchas y la movilización.
Además, las causas estructurales que motivan las luchas se han profundizado y prevén nuevos estallidos sociales con características de levantamientos populares.
CI: ¿Cuáles han sido algunos de los acumulados más importantes de las movilizaciones?
JM: Esta movilización es un tejido de procesos históricos de lucha y nuevas dinámicas organizativas que surgen de los procesos de movilización, en ese sentido es clave resaltar varios escenarios que surgen o se fortalecen en medio de su diversidad:
Las primeras líneas – ejercicios de guardia: como expresiones de cuidado y dignidad, unas primeras líneas principalmente de jóvenes, procesos barriales y mujeres que en su acción directa protegen la movilización y sus barriadas ante la arremetida violenta del estado. Unas guardias que se han venido consolidando en la perspectiva de la autoprotección de la vida y el territorio.
Durante las primeras semanas del Paro Nacional 2021 se conformaron decenas de primeras líneas en diversas ciudades del país, las cuales estaban principalmente integradas por jóvenes.
La Minga: proceso histórico de pueblos indígenas, afros, campesinos y sectores sociales y populares que logran posicionar su apuesta de país y en su metodología de tejer logran generar canales de articulación de los procesos y sus dinámicas de movilización.
Asambleas populares: las expresiones más importantes que se han dado en el proceso del estallido son las dinámicas asamblearias con un enfoque de construccion de poder popular en los territorios y desarrollar nuevas formas de democracia, participación directa y una perspectiva de seguir fortaleciendo la movilización para ser opción de poder.
Comité Nacional de Paro: espacio que agrupa sindicatos, organizaciones sociales y políticas que han ganado un escenario y capacidad de convocatoria, con fortaleza en los territorios y tensiones a nivel nacional.
A estos procesos, algunos en construcción, otros en disputa o tensiones, se suma la importancia que han tomado dinámicas como la participación activa de las mujeres, diversidades, ambientalistas, jóvenes, el arte, la cultural, lo comunicativo en esa capacidad de lucha ideológica, la defensa y el papel de los defensores de Derechos Humanos.
CI: ¿Cuál es la lectura que tiene acerca del sujeto político que las ha encabezado?
JM: El paro nacional muestra que la suma de los sujetos, los actores sociales organizados y no organizados, han permitido una contundencia en las acciones. Se resalta el fervor de sujetos como los jóvenes que buscan alternativas de vida, las comunidades urbanas cuyos impactos del modelo neoliberal las ha pauperizado a niveles de indignidad total, y también reconocer el papel de los pueblos étnicos y campesinos que logran juntar esfuerzos y ganar contundencia en la lucha.
Si bien se resaltan sujetos, hay un sujeto colectivo despojado de su dignidad y que sale a buscar su vida.
CI: ¿Cuáles han sido las ciudades y regiones en donde la movilización, a su parecer, ha tenido especial importancia y fuerza?
JM: El estallido o levantamiento popular ha mostrado que los efectos de las políticas y el régimen se han sentido en los territorios rurales y urbanos y como tal se reflejan en los procesos desatados desde el 28A, sin duda alguna por el carácter más urbano del estallido, se logran evidenciar territorios de resistencia como Cali, la ciudad el aguante, cuyo papel fue fundamental y fue una mezcla de pueblos, sectores sociales y urbanos que se juntan para luchar por una ciudad para la vida y así se vuelve el centro de la resistencia, pero a este fenómeno se suma una región del suroccidente con tradición de lucha y que se suma para generar condiciones fuerte de paro.
También se resaltan las luchas en ciudades como: Pereira, Manizales, Neiva, Ibagué, Medellín, Bogotá, Tunja, Yopal, Villavicencio, Bucaramanga, Pamplona, Buenaventura, Pasto, Popayán, Barrancabermeja, Barranquilla, Santa Martha, regiones como el Catatumbo, las provincias de Santander, sectores rurales del Bolívar, Cesar, Choco, Antioquia, Arauca y muchas ciudades y pueblos intermedios y pequeños que permiten ver que es un país que sea cansado de un modelo, régimen y un gobierno ilegitimo, corrupto, mafioso y criminal.
CI: ¿Cuáles recursos de represión ha utilizado el Estado contra los manifestantes durante las últimas semanas?
JM: El régimen y el gobierno para defender su status utiliza su doctrina militar y el concepto del enemigo interno. En ese marco se desarrolla el Terrorismo de Estado que se consolida en un genocidio en curso del movimiento que surgió del paro y que se suma al exterminio histórico de las organizaciones y partidos de oposición.
En esta práctica de su doctrina dan tratamiento militar a la protesta social y con el control de las instituciones de control genera una total violación de los Derechos Humanos. Eso se refleja en el comportamiento de la policía, el ejército, la fiscalía, la justicia y demás entidades que se ajustan a esos conceptos para criminalizar y además promueven leyes como la asistencia militar para dar vía libre a la acción violenta y criminal del estado como lo han verificado informes como el de la CIDH o la documentación que se ha realizado en el marco del paro.
CI: ¿Cómo entender las acciones de movilización actuales de cara a las elecciones 2022?
JM: Una gran parte de los procesos de las movilizaciones que tienen una visión más estratégica ven el desgaste y la falta de legitimidad de las instituciones, son procesos que no creen en las dinámicas electorales que además se suman a una realidad en términos de la corrupción que se da en esos procesos. Por otro lado, hay una serie de sectores que ven el camino de las elecciones como un paso para desde allí llegar a las instituciones como el congreso y mediante acciones legislativas poder desarrollar iniciativas de ley que vuelvan las propuestas de las comunidades en leyes.
La tensión está marcada y se expresa en la táctica para el momento, si este debate lo ponemos en términos de lo que significa ser Poder y ser Gobierno podemos mirar que para alcanzar grandes transformaciones y poder acabar con ese régimen, es necesario la construcción del poder en la gente y el camino de lo electoral debe ser un camino o tránsito donde se pueda confrontar el gobierno y el régimen pero a su vez juntar esos escenarios con las luchas populares para pensar en la posibilidad de un país diferente y al servicio de ser colectivo y la vida de todos los seres vivos.